Buscar la luz , buscar el calor , buscar el equilibrio , trabajar para encontrarlo y cuando lo has tenido en la punta de los dedos saber que está ahí y que puedes conseguirlo . Como una tarde de playa en sus últimas horas , cuando casi todo el mundo se ha ido y estás saciado de brisa y de conversación , recoger las cosas y volver a casa para abrir una botella de vino . No puedes hacer nada para detener la tormenta solo quedarte pasmado del estruendo , sobrecogido del viento y de la furia , hasta con miedo y pensar que un día conociste el sol cálido y la calidez de otras personas . Aprender de las aves que precisamente juegan y hacen acrobacias en el viento feroz de la tormenta y no quejarte , no quejarte en absoluto para no merecer el sopapo de niño maleducado y poco agradecido . Y sacar coraje de donde se encuentra , respirando hondo hasta encontrar sabor al aire .