"En una entrevista con motivo de mi primera exposición como pintor en febrero de 1990 aseguraba que durante los años 80 se fragua el fin de la cultura pop como algo revolucionario, alternativo y el comic como fenómeno pop entra en un proceso reiterativo y de repetición. El hecho de pintar era pues una salida a una crisis que estaba latente.
    Mirado con la perspectiva de los años noto que también era una crisis personal, la de no terminar de encontrar la satisfacción en mi trabajo como dibujante de comics o ilustrador. Han sido necesarios más de 20 años para luego de haber transitado por la pintura estar satisfecho con un modo de expresarse en el comic y la ilustración. Si he de definir mi marca diría que me interesa sobre el trazo, como si de un signo caligráfico se tratase, luego la mancha, el blanco y negro y un estilo en la manera de narrar. En cuanto a la ilustración, los años me han llevado al sentido de la alegoría y a primar sobre todo la potencia en la información que puede llegar a transmitir la imagen por la sugerencia y la irracionalidad. "