Guardar silencio

Aprender a guardar silencio y  escuchar a los demás es de las cosas más complicadas y más difíciles de aprender , pobres los que viven de soltar la lengua cada mañana en programas radiofónicos o televisivos , menudo desgaste para su alma , es para terminar no siendo nada no me extraña que necesiten vacaciones y salir como alma que lleva el diablo cuando hay puentes y acueductos , ¿ y los que se dedican a dar opinión? , bueno , eso ya es más que desgaste , eso es reducción de estómago , vaciado de vísceras , vender el alma en un colmado. Decía Jean-François Revel que escuchar la radio en Madrid era asistir a una ceremonia de confusión y tormento , añado que le faltaba escuchar la radio o ver la televisión en el resto de España , es una experiencia solo comparable a una sobredosis de aceleramiento producida por una ingestión de anfetaminas caducadas .

El otro día escuchando la bravata de Oriol Junqueras ante el Parlamento Europeo se me ocurrió una variante a su propuesta , sí , hay que parar la actividad durante una semana y no solo en Cataluña , en España entera , durante una semana parar la actividad y guardar silencio, durante una semana no dar nuestra opinión sino escuchar la de los demás , una tregua de cacareos y graznidos , una semana de silencio y recogimiento , de bondad y de generosidad , y si es antes de la Semana Santa , mejor que mejor .