Parece obligado mencionar a Galdós cuando hablamos de crónicas de España , la misma editorial lo hace , pero este libro de Mario Garcés que he tenido la fortuna de ilustrar queda lejos de la voluntad que empujaba a un Dickens o un Galdós . Mario consigue dibujar un alma y una esencia , no hay nada heroico es sus crónicas , es el individuo el que transita a través de los siglos en esta piel de toro . Como dijo Salvador Espriu en su poema , " Son muchas las voces distintas y distintos los amores por Sepharad ", pero en Garcés es uno y mismo el destino , sin lugar a dudas trágico . El dominio del lenguaje de Mario Garcés es absoluto , su estilo veloz y sintético , como el del mejor Borges , desde luego nada que ver con Dickens y Galdós .